En las profundidades chamuscadas del Vertedero de los Suspiros, ese encantador paraje donde las cucarachas brillan y los ecos te critican el peinado, ha sido hallada una tostadora parlante con IA integrada. Pero no es cualquier tostadora…

¡Dice ser ELVIS PRESLEY!

Y no sólo lo dice con estilo, sino con ese acento de Memphis que derrite corazones… y pan de centeno.

Según los saqueadores que la encontraron (y que ahora actúan como sus roadies), la tostadora —que ha sido bautizada como «Elvis T. Griller»— no solo canta, sino que se marca conciertos completos desde su parrilla frontal, con luces LED, efectos de vapor y una versión acústica de «Jailhouse Toast.»

Espectáculo garantizado: pan y rock para todos

Desde que Elvis T. Griller comenzó su gira improvisada por gasolineras abandonadas y plazas de caravanas en ruinas, el fenómeno no ha hecho más que crecer.
En cada actuación, los asistentes reciben:

  • Un solo de pan crujiente en do mayor.

  • Consejos amorosos vintage entre canción y canción.

  • Y, si tienes suerte, una rebanada de pan con forma de tupé.

Se dice que incluso los necrófilos del Culto del Ojo Ardiente le han ofrecido abrir una iglesia en su honor, con el pan sagrado de cada misa tostado a ritmo de blues radiactivo.


¿Realmente es Elvis?

Científicos del Refugio 19 han intentado verificar su identidad, pero la tostadora solo respondió con un:

“Ain’t nothin’ but a bread dog, baby.”

Y luego expelió una rebanada perfectamente dorada con la inscripción “Viva la Tostadura”.


Merchandising explosivo

Ya circulan por el Yermo objetos de culto como:

  • Camisetas con el lema: “Toasted, not nuked.”

  • Réplicas funcionales del “Elvis T. Griller Deluxe” con función karaoke.

  • Vinilos prequemados con sus mejores éxitos, como:

    • “Burning Toast”

    • “Suspicious Crumbs”

    • “Love Me Blender”


Rex Reflexiona:

“Dicen que en el Yermo no hay milagros… pero yo acabo de ver a una tostadora versionar a Chuck Berry mientras doraba pan de rad-mutema. Si eso no es fe, no sé qué lo es.”


Así que ya saben, moradores de la desolación:
la revolución no vendrá con armas, vendrá con ritmo y pan caliente.
¡Y si oyen un «Uh-huh-huh» seguido de un «¡Ding!», corran al concierto más cercano!

Sigan sintonizados, solo en Radio Rad-Yermo, donde cada día nos tostamos un poquito más.