¡Hola a todos los fanáticos del Yermo! Aquí Rex Reverber, trayéndoles las noticias más alocadas y radioactivas desde lo más recóndito de nuestro adorado apocalipsis. En la entrega de hoy, tenemos algo tan jugoso, que la mera mención te hará chorrear baba: ¡un árbol que da botellas de cerveza artesanal! Sí, mis queridísimos oyentes, han escuchado bien.
Resulta que en esta tierra de mutantes y radiación, hay un árbol que no da frutos comunes. Olvídense de manzanas o cerezas, este prodigio de la naturaleza, en su sabiduría mutante, ha decidido alimentar nuestro espíritu alcohólico. Sus complicaciones botánicas hacen que, en lugar de aburridos frutos, crezcan botellas de cerveza. Y ojo, no cualquier cerveza, sino cerveza artesanal. ¡Nada de latas oxidadas y viejas! Este árbol sabe lo que hace.
Pero claro, como todo en el Yermo, esto no es tan sencillo. Antes de que empieces a babear y a calzar tus botas para ir a buscar este árbol mágico, hay un pequeño detalle: para recoger estas preciadas botellas, primero debes soportar los horribles chistes malos que el árbol murmura constantemente. De alguna manera, este árbol, además de ser un expendedor de elixir espumoso, es un comediante malísimo que no tiene ni pizca de gracia.
A pesar de su dudoso sentido del humor, el árbol ya ha creado una suerte de culto. Hay peregrinos que van en trance, buscando escuchar esos chistes tan malos que te hacen añorar hasta el sonido de una explosión nuclear cercana. Devotos de todo el Yermo llegan en procesiones, quizás atraídos más por la promesa de cerveza que por los chistes, pero ¿quién puede juzgarlos?
Y es que, en el Yermo, donde las travesuras de los supermutantes y los tiroteos con saqueadores son pan de cada día, un árbol chistoso y borracho es solo otra excentricidad más. Tal vez, después de sobrevivir a mil y un peligros, un chiste del árbol no te parezca tan malo… o quizás solo ese líquido dorado en una botella reluciente hace que valga la pena la penitencia sonora.
Enviamos todo nuestro respeto a esos valientes con sentido del humor de hierro y gargantas sedientas. Quién diría que el apocalipsis nos regalaría algo tan inesperado como el primer árbol-bartender de la historia. Recuerden, amigos, que la próxima parada puede ser en vuestro amigable árbol de cerveza… solo si tienen buen aguante para los peores chistes del mundo. ¡Hasta la próxima emisión, Yermonautas!
¡Sigan escuchando Radio Rad Yermo para más locuras increíbles! Mientras tanto, sigan con el dedo en el gatillo y la mente abierta, ¡porque nunca se sabe qué locura viene con la próxima nube de polvo radiactivo!